Comprar un departamento en uno de los tantos proyectos inmobiliarios en Lima es una forma de acceder a comodidad, seguridad y calidad de vida. Pero disfrutar de estos beneficios también requiere asumir ciertas responsabilidades como propietario.
¿Sabías que uno de los temas más importantes para la convivencia es el buen estado de los espacios que todos usan? Por eso, en este artículo te contamos cómo puedes ayudar a cuidar las áreas comunes de un edificio, desde acciones prácticas hasta recomendaciones que mejoran la experiencia de vivir en comunidad. ¡Sigue leyendo para descubrirlo todo!
Cada área tiene un propósito definido: el gimnasio es para entrenar, el salón de usos múltiples para reuniones organizadas y el hall de ingreso para recibir visitas. Cuando no se respeta ese propósito, se puede afectar la comodidad y el bienestar de todos los residentes.
Conservar los espacios compartidos del edificio también implica usarlos de acuerdo con su función original.
Aunque a veces parezca cómodo dejar una bicicleta o una caja temporalmente en los pasadizos o en la cochera común, esto genera desorden, incomodidad y hasta riesgos de seguridad.
Mantener los lugares comunes del edificio despejados permite una mejor circulación y evita conflictos innecesarios entre vecinos. Además, mejora la imagen general del edificio ante visitas o posibles compradores.
Los residuos domésticos mal manejados pueden afectar seriamente la limpieza, generar olores desagradables o atraer plagas. Respetar los horarios de recolección, clasificar los desechos de forma correcta y no dejar bolsas fuera de lugar son acciones mínimas pero poderosas para cuidar los espacios comunes del edificio. Esto refleja consideración por el entorno que todos comparten.
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Sillas, jardineras, mesas, cuadros decorativos o equipamiento de zonas sociales deben tratarse con el mismo cuidado que si fueran propios. No arrastrar muebles, evitar manchas o rayones, y reportar daños a tiempo permite que los ambientes comunales se mantengan funcionales por más tiempo.
Y si hay niños en casa, es importante enseñarles desde pequeños a valorar lo que se comparte con los demás.
Tus invitados deben seguir las mismas reglas de convivencia que los residentes. A veces, sin mala intención, algunos visitantes dejan basura en la piscina, hacen ruido fuera del horario establecido o ingresan con mascotas a espacios no autorizados.
Supervisarlos ayuda a evitar malentendidos y a conservar la armonía en las áreas comunes del edificio. Es una forma de mostrar respeto hacia tus vecinos.
Cada condominio o edificio tiene un reglamento que detalla el uso de los lugares comunes, los horarios permitidos, las reservas necesarias y las restricciones por mantenimiento o aforo.
Conocer y seguir estas reglas no se trata de ser inflexible, sino de actuar con responsabilidad y consideración. Las normas existen para facilitar la convivencia y evitar conflictos.
Estar presente en las juntas de propietarios, opinar de forma constructiva y apoyar las decisiones colectivas es parte fundamental del cuidado de los espacios comunes residenciales.
Si hay necesidad de mejorar la iluminación, reparar el ascensor o actualizar el sistema de cámaras de seguridad, tu participación ayuda a tomar decisiones informadas que beneficien a todos. No se trata solo de vivir en un lugar, sino de construir comunidad.
Las áreas comunes pueden variar según el tipo de edificio o condominio. Sin embargo, generalmente incluyen:
Estos espacios pertenecen a todos los copropietarios por igual y su uso está regulado por el reglamento interno de cada edificio, de acuerdo con la Ley de Propiedad Horizontal.
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El mantenimiento y la conservación de las áreas comunes es una tarea compartida. La administración del edificio se encarga de organizar la limpieza, contratar servicios de mantenimiento (ascensores, luces, cámaras de seguridad, etc.) y hacer cumplir el reglamento.
Pero esto no significa que los residentes estén exentos de responsabilidad. Todos deben:
Es un trabajo de equipo. Si cada vecino cumple con su parte, los espacios compartidos se mantienen agradables, seguros y funcionales.
Ahora que ya conoces cómo cuidar los espacios compartidos, tienes más herramientas para fomentar una buena convivencia y contribuir al valor de tu edificio. Desde pequeñas acciones diarias hasta acuerdos tomados en las reuniones de propietarios, todo suma.
Recuerda que las zonas comunes de un edificio hablan de la comunidad que lo habita. Con respeto, atención y sentido de pertenencia, pueden convertirse en verdaderos puntos de encuentro para disfrutar cada día.
¿Estás en la búsqueda de un departamento? Ten en cuenta que en Tale Inmobiliaria encontrarás el que mejor se adapte a tus necesidades. En caso de necesitar más información, recuerda que puedes comunicarte con nosotros en cualquier momento.